Lo del gato y el hombre no era ninguna broma. Decía el autor que si a un gatito encerrado en una habitación vacía se le echa un ovillo de lana o una pelota, se lanzará inmediatamente a jugar con ella. Pero si es un hombre el que está en la habitación, no prestará la menor atención a la pelota; lo que hará será intentar descubrir quien la ha tirado a través de la puerta.
La curiosidad es lo que distingue al hombre... su intento de relacionar causa y efecto es lo que lo eleva y lo mantiene alerta y vivo...
...empiezo a preocuparme: servidor lleva más de cuatro semanas jugando con la pelota...
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