viernes, 23 de marzo de 2007

Nuevas Generaciones y el Juez Dreed

A veces me sorprenden ciertas noticias porque parece que estuviéramos en los mundos que describían las novelas de ciencia ficción de hace cuarenta años. En esos entrañables relatos se dibujaban mundos decadentes en el aspecto ambiental y social. A veces el escenario era un planeta Tierra oscuro y degradado por los hombres... por los altavoces se avisaba de la cercanía de una tormenta de lluvia ácida y había que protegerse de tal manera; otro día el índice de radiación ultravioleta superaría tal grado o los niveles de ozono bajarían tantos enteros; en otros el calor propiciaba la proliferación de plagas de insectos… Cosas que hoy día no nos sorprenden porque ocurren en la realidad.

Pero más me interesaban los relatos que tomaban un aspecto o una tendencia de la aquella sociedad, lo desarrollaban a la enésima potencia y lo presentaban como la realidad futura. En este tipo de CF son clásicas algunas obras de Bradbury, Orwell, Dick, Le Guy, Huxley, etc. Estos relatos tenían el interés apasionante de descubrirte la propia sociedad desde “arriba”… y eso ocurría entonces con la lectura porque no existía el cine (en la dimensión actual), ni los juegos de ordenador, ni las consolas ni los juegos on-line. Reconozco que hoy día es más fácil ver que leer.

Por eso el medio audiovisual puede ser un peligro tremendo si se usa para propagar mensajes filofascistas adornados con la estética de la ciencia ficción. No hablaré de juegos porque los desconozco todos, pero algunas películas pueden ser demoledoras. Estoy pensando, por poner un par de ejemplos, en Starship troupper y El Juez Dredd.

En la primera se describe una sociedad totalmente militarizada debido a la superior causade defender a la humanidad de unos asquerosos insectos interplanetarios… el protagonista llega a decir que los civiles son unos parias por no embutirse en uniforme para destripar insectos. Es decir, la civilización moralmente correcta es la cuartelera, la que no piensa, la que sólo obedece órdenes del superior, la que no discute y es acrítica... y para eso es imprescindible tener a un enemigo siempre acosando, aunque haya que inventarlo. El mensaje es diáfano… lo que no tengo claro cuando lo comparo con la vida misma es a quien pondría la etiqueta de insecto.

En la segunda peli, Stallone es un super-señor acorazado y super-armado que se presenta con su super-moto en el escenario de una trifulca; llega, mira, estudia, juzga… y ejecuta sin el menor remordimiento. No existe acusación, ni presunción de inocencia, ni defensa jurídica, ni apelación a un tribunal superior, ni casación, ni abogados ni fiscales ni más derechos: Soy el Juez Dredd… y todos se acongojan.

…sin dudarlo, Dredd tiene que ser el héroe de los impresentables de Nuevas Generaciones del Partido Popular que anoche se manifestaron frente a la fiscalía para protestar por el sobreseimiento de la causa contra Otegi. Estos energúmenos, sin duda amantes del señor Lynch y apasionados del Juez Dredd ya habrían exterminado a todos los nacionalistas No Españoles… son los mismos que gritaban (que lo he oído): “Zapatero, a la fosa con tu abuelo”

Sin duda, son los diamantes (en bruto, claro) que atesoran en el Partido Popular para el futuro.



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